LLAMAMIENTO MINISTERIAL

4. LLAMAMIENTO MINISTERIAL





Texto: Hebreos 12:1
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.

Introducción:
Cuando leemos la escritura encontramos ilustraciones que nos revelan poderosas verdades, muchos siervos de Dios inspirados por el Espíritu Santo entre ellos profetas, sacerdotes, apóstoles y hasta el mismo Señor Jesús utilizaron este recurso literario.
Por ejemplo Jesús toma un grano de mostaza para enseñar acerca de la fe, una perla para el reino de los cielos, una semilla para la palabra, la arena para la insensatez, la piedra como cimiento sólido de sana doctrina; en el antiguo testamento de igual forma aparecen varias ilustraciones entre otras, la hormiga para enseñar diligencia, la vasija de barro para el hombre, el alfarero para Dios etc.

Hoy estudiaremos el atleta que participa en una carrera, mencionado por el apóstol Pablo en diferentes libros del Nuevo Testamento:
El atleta nos representa a todos y cada uno de nosotros, quienes pertenecemos a un ministerio y hemos iniciado la carrera espiritual y cuyo premio será el galardón dado por el Señor.

5 Principios para desarrollar el ministerio:


1. Tengo seguridad de mi llamado:
1 Timoteo 1:12 Doy gracias al que me fortaleció, a cristo Jesús, nuestro Señor, porque, teniéndome por fiel, me puso en el ministerio.
• Mi llamado es santo.
• No fue el hombre, fue Jesús quien me puso en la carrera.
• Poseo convicción si él me llamo él me respalda.

2. Corre legítimamente la carrera:
2 Timoteo 2:5 Y también el que lucha como atleta, no es coronado sino lucha legítimamente.
Hebreos 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante.
• En toda competencia deportiva existen parámetros que rigen y establecen orden, por ejemplo, los carriles en las pistas atléticas.
• Vivir en pecado es correr de manera ilegitima.
• Para cada deporte hay una indumentaria apropiada, que hará más fácil o difícil la carrera.
• Hay muchas cosas en la carrera espiritual que no son pecado pero con todo y eso son un estorbo para avanzar a la meta final.

3. No hagas caso de ninguna cosa que pueda confundirte:
Hechos 20:24 Pero de ninguna cosa hago caso ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio y de la gracia de Dios.
• El enemigo intenta por todos los medios sacarte de competencia utilizando los trucos más sucios que pueda.
• Toda persona que salga o se deje sacar queda inmediatamente descalificada.
• Coloca tu mirada en las cosas de arriba cuando sientas que no das más.

4. No corras a la aventura:
1 Corintios 9:24-27 ¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis. Todo aquel que lucha, de todo se abstiene; ellos, a la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros una corona incorruptible. Así que yo de esta manera corro, no como quien golpea el aire, sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros yo mismo venga a ser eliminado.
• Los triunfadores compiten con base en un plan de entrenamiento y ataque.
• Tener un plan es tener estructura, esto traerá orden en tu carrera.
• Dios en muchas ocasiones no responde nuestras oraciones por falta de un plan.

5. Termina la carrera:
2 Timoteo 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
• Solamente los que terminan la carrera alcanzan la victoria.
• Fidelidad desde la salida hasta la llegada es lo que se necesita para recibir la corona de la vida. Apocalipsis 2:10.
• En la carrera espiritual el premio no es de los que primero lleguen a la meta sino de todo aquel que llegue, por tanto no te apresures ni te afanes.
• Corre con paciencia, entrega, sabiduría, fidelidad, y constancia.